Ajedrez Abandono

Las partidas de ajedrez de muchos niños se alargan hasta el jaque mate, porque el jugador que está perdido no abandona y continúa jugando hasta el final. Tal vez es injusto comentar este hecho relacionándolo exclusivamente con las partidas de ajedrez de los niños, puesto que también ocurre en partidas de ajedrez de adultos. Muchos jugadores se enfadan cuando su rival no abandona en una posición totalmente perdida. Sin embargo, la posibilidad de abandonar en cualquier momento (del mismo modo que la de acordar el empate) es algo habitual en el ajedrez, en contra de otros deportes. En tenis u otros deportes, además de que por supuesto no se puede acordar el empate, el abandono está relacionado con una lesión. En ajedrez no ocurre así e incluso está mal visto, para ciertos sectores, seguir jugando en una posición desesperada. Parece que lo correcto debe ser abandonar, inclinar el rey y ofrecer la mano al rival antes de que éste nos dé mate.

 

Creo que es importante señalar que en ningún caso está mal seguir jugando cuando uno está perdido. Cada cual puede tener sus expectativas o esperanzas y nadie debe sentirse ofendido o insultado porque el rival no firme la derrota. No debemos olvidar que la partida de ajedrez acaba con el mate. Si hay jugadores que siguen jugando en posiciones perdidas solo por molestar, por alargar la partida y obligar a su oponente a permanecer sentado frente al tablero hasta el jaque mate, ese debe ser más bien su problema. Recordemos que en otro tipo de competiciones, como decíamos, casi sería ofensivo abandonar antes de que termine el partido.

La cuestión es si el jugador tiene o no esperanzas de salvar la partida. Si tengo una posición totalmente perdida contra un rival que sé que no va a tener problemas para imponerse, y no veo ninguna posibilidad de conseguir unas tablas milagrosas, normalmente abandono. No le encuentro sentido a seguir jugando de manera rutinaria hasta el mate. Ésto es lo que se hace al más alto nivel. En realidad seguir jugando en posiciones desesperadas es más una señal de falta de nivel y experiencia que otra cosa, por lo que nunca debería considerarse una ofensa. Cuando juego una partida de ajedrez contra un niño o un aficionado con poca o nula experiencia, y teniendo una posición ganadora mi rival no abandona, sigo jugando sin grandes aspavientos. Y hago esta última aclaración porque me llaman la atención los jugadores de ajedrez que teniendo la partida ganada y viendo que el rival no abandona comienzan a hacer muecas y gestos de enfado. ¡Qué gran ofensa están recibiendo! Me parece que ésto es lo que no se debe hacer. El momento de abandonar lo elige cada jugador.

En realidad prefiero que mis alumnos tarden mucho en abandonar a que lo hagan de manera prematura. El abandono antes de tiempo es mucho más frecuente de lo que se puede pensar, incluso se ha visto ocasionalmente en el ajedrez de élite. Yo mismo, en mis partidas, me he visto sorprendido en alguna ocvasión cuando mi rival abandona en una posición inferior pero probablemente defendible. Parece que algunos jugadores exageran con ese gesto de excesivo respeto, dando la partida por perdida mucho antes de que realmente lo esté. El ajedrez es una lucha por lo que el ajedrecista siempre debe estar atento a los recursos defensivos que le pueden ayudar a salvar posiciones desesperadas.

Recomendaría a los niños que se inician al ajedrez que no se dejen llevar por esa costumbre de abandonar en cuanto se tiene material de menos. El principiante en ajedrez descubrirá con el paso del tiempo cuál es el momento indicado para inclinar su rey, cuando realmente ya no hay ninguna esperanza. Y a los que se molestan porque su rival sigue jugando en posición perdida solo podemos aconsejarle un poco de humildad.

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