Muchos niños que juegan al ajedrez se encuentran incómodos en posiciones en las que su rival tiene la iniciativa. En realidad, tanto para niños como adultos que juegan al ajedrez, no resulta del todo cómodo tener que defenderse. Sin embargo existen jugadores a los que les agrada dejar la iniciativa en maos de su rival, o sencillamente se les da bien defenderse en ajedrez. Un ajedrecista completo debería saber manejarse en diferentes situaciones, independientemente de que pueda preferir las posiciones de ataque o las posiciones tranquilas.
Hace años entrené a un niño que demostraba una gran precisión en posiciones defensivas. No le gustaba tanto tener la iniciativa, sino que le gustaba defenderse y dejar el mando de las operaciones a su rival. Incluso en posiciones extremadamente pasivas en las que la mayoría de los jugadores se sentirían bastante incómodos, él se mostraba tenaz y las manejaba con precisión. En el momento que menos esperaba su rival, lanzaba a un fuerte contragolpe. Le confeccioné un repertorio de aperturas consecuente a su estilo, características y preferencias. Por ejemplo se mostraba encantado de jugar algunas variantes de la Francesa McCutheon, en donde debía jugar con el rey en f8 mientras su rival maniobraba para atacar a su rey. En esas posiciones se defendía con la precisión de un reloj suizo y esperaba su momento hasta lanzar un buen contrataque. A la postre acabó proclamándose campeón de España sub14, siendo fiel a su estilo y a sus preferencias.
Los monitores y entrenadores debemos de aprender a conocer las características de los niños que aisten a nuestras clases de ajedrez. No todos se sentirán cómodos en el mismo tipo de posiciones, y mucho menos, en el tipo de posiciones que a nosotros particularmente nos gusta. Una partida de ajedrez lo gana necesariamente el que comienza teniendo la iniciativa o mayor espacio. Como muestra de esta idea comentamos a continuación, muy instructiva para los niños que aprenden ajedrez y que, además contiene un bello remate final.
